sábado, 22 de octubre de 2011

Las Ciudades Invisibles. Isadora


LAS CIUDADES Y LA MEMORIA. 2
Al hombre que cabalga largamente por tierras selváticas le acomete el deseo
de una ciudad. Finalmente llega a Isadora, ciudad donde los palacios tienen escaleras
de caracol incrustadas de caracoles marinos, donde se fabrican según las reglas del
arte catalejos y violines, donde cuando el  forastero está indeciso entre dos mujeres
encuentra siempre una tercera, donde las riñas de gallos degeneran en peleas
sangrientas entre los apostadores. Pensaba en todas estas cosas cuando deseaba una
ciudad.  Isadora es, pues, la ciudad de  sus sueños; con una diferencia. La ciudad10
soñada lo contenía joven; a Isadora llega a avanzada edad. En la plaza está la
pequeña pared de los viejos que miran pasar la juventud; el hombre está sentado en
fila con ellos. Los deseos son ya recuerdos.

de "Las Ciudades Invisibles". Italo Calvino

4 comentarios:

  1. No hay que esperar sentado mirando una pared, también hay que mirar los rincones, a veces podemos encontrar el lugar que buscamos.

    Abrazo

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  2. Si Roberto. Soy de os tuyos. Debe ser el miramiento lateral.

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  3. Mi querido amigo, vine hasta aquí siguiendo un comentario tuyo en mi blog. Tengo la total seguridad de que ya entré en tu espacio, pero al buscarme en los seguidores, no estaba.
    Sea como fuere, el error está reparado.
    Espero que no perdamos el contacto.
    Un abrazo.
    HD

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  4. Humberto, muchas gracias. El contacto está hecho. Saludos.

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