El problema de la crisis generalizada de las familias argentinas no era la Ley de matrimonio igualitario, tampoco fue la Ley de divorcio. No señor Bergoglio!!. El problema era lipídico y no legal o moral!!
Lo que pasa que en Argentina consumimos aceite Cocinero, Cañuelas, Marolio y otras marcas que no hacen más que separar a las familias. Pero desde los pagos de Correa, nos llega la solución.
Aceite Sabrosón. La familia un solo corazón.
Para los que no me creen va el video documental de todo lo dicho :
(gracias Godoia)
Oh, Dios... terriblísimo eso.
ResponderEliminarQue no salga de Ecuador, por favor!!!
Ni rima, siquiera... terrible.
Saludos Larabi, muy duro.
de todas formas confirma algo que siempre sospechamos : la ley de matrimonio igualitario no tenía la culpa...
ResponderEliminarCómo no se dieron cuenta antes?
ResponderEliminarBergoglio va a tener que cambiar los óleos sagrados por unos que contengan Sabrosón.
Un abrazo!
y sí Abel, es que el problema era lipídico nomás....
ResponderEliminarY uno que pensaba que ya había visto, si no todo, sí bastante mucho.
ResponderEliminarLo único bueno de la propaganda, entonces, es recordarnos que aún hay cosas que pueden sorprendernos... por lo bizarras.
Pasame la botella que me voy a encurdar con Sabrosón, jeje.
La pucha!, cuanto tiempo viví en la ignorancia
ResponderEliminarmenos mal que no soy el único.
Un abrazo
PD: ahora en serio, que cagada de propaganda.
Ricardo, a mi me pasó lo mismo, creí que había visto todo pero siempre hay algo más... o ud no vio a Arano jugando de 10...
ResponderEliminarRoberto, que le puedo decir, para sacarse el trago amargo de la propaganda le ofrezco ESTO del amigo Italo.
Saludos y alcemos las copas de Sabrosón....